miércoles, 26 de marzo de 2014

SOY UN NIÑO HORMIGA

Soy un niño hormiga
Perdido en una carta
con letras tan grandes como mis padres
El mensaje pertenece al poeta amante de nuestra especie
Y puedo recorrer toda la hoja
esquivando lagunas que derraman sus ojos

Soy un niño hormiga
rirp rirp rirp... Es el sonido de mis pasos sobre la hoja
rirp rirp rirp... Estoy perdido en una carta
Recuerdo el desfile de mi familia
en la gaveta donde duerme una araña

¡Auxilio! Soy un niño hormiga
perdido en una carta
Las letras encienden habladuría
Las letras se mueven impacientes
y esperan el índice del poeta
donde he de subir para llegar a su oreja
y decirle palabras de ánimo

¡Auxilio! Soy un niño hormiga
rirp rirp rirp... Es el sonido de mis pasos sobre la hoja
rirp rirp rirp... Estoy perdido en una carta
Las letras comienzan a nadar
rip rirp rirp:
                                ¡Snif!


____________________________

*Mérida, Martín. (2007).  "El país de la mirada." (2a. ed.). Guadalajara, Jalisco: Literaria editores, p. 27.







sábado, 22 de marzo de 2014

CELEBREMOS EL CENTENARIO DE OCTAVIO PAZ LEYENDO SUS POEMAS

 
Los Mexicanos tenemos un Everest de la literatura (y en específico de la poesía) su nombre es Octavio Paz. Everest que de tan grande a algunos les produce temor y sólo los más arriesgados se ven convocados a encontrarse en sus cumbres?..   
 
Es paradójico: Octavio Paz es más conocido y apreciado en los demás países del mundo que en nuestra propia patria y esa realidad da a qué pensar. Veamos: su praxis intelectual de escritor lo llevó a acciones sublimes y hasta supererogatorias (habría que analizar su renuncia como embajador en la India luego de la matanza de Tlatelolco, sus denuncias al régimen de Stalin en Rusia, luego sus enfrentamientos con los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez). Y en otras ocasiones, es innegable, se equivocó rotundamente, pues fue un hombre y no Dios. No obstante, su vida personal por cuanto a lo que no exteriorizó mientras estuvo vivo, y aún después de muerto, sólo a él le pertenece. Pues como queda declarado en los Derechos Universales del Hombre, en su artículo 12: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra y su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.” Por otra parte, los acostumbrados a meter sus narices en la vida privada de las personas, al juzgar lo que nos les concierne actúan contra la dignidad convirtiéndose en cobardes maniqueístas. Al respecto, no olvidemos: ahí donde nuestros ojos no alcanzan a mirar, puede existir grandeza sólo apedreada por quienes deberían ocuparse de su propia casa antes de romper la puerta de la del prójimo. Menos mal, lo importante para los amantes de las letras son los frutos literarios de un autor (aunque sostengo  como tesis: ningún hombre sin grandeza profunda puede escribir como lo hiciera  Octavio Paz). Por consecuencia: sería un desatino no leer  a nuestro poeta, premio Nobel de Literatura.

HERMANDAD
(Poema de Octavio Paz
en homenaje a Claudio Ptolomeo)

Soy hombre: duro poco
Y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
Las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
También soy escritura.
Y en este mismo instante
Alguien me deletrea.

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Amigos: ¡Gracias por existir
sin cobardes actiudes maniqueístas!




lunes, 17 de marzo de 2014

ALGO SOBRE POMPILIO ENRIQUE MONTESINOS ROBLERO, ADEMÁS DE SUS PALABRAS A PROPÓSITO DE MI LIBRO DE POEMAS “LOS ZAPATOS DEL NIÑO GUERRERO.”

   
Hace algunos meses mientras nos conducíamos al volcán Nevado de Colima, al preguntarle a mi amigo (amante de las montañas) Esteban Robles cómo se encontraba, me respondió con alegría serena: “Estoy viajando en este mundo en un tren de primera clase”. Respuesta que de inmediato enlacé con una afirmación del filósofo jesuita Jorge Manzano (amigo que nos dijo a-Dios al trascender esta vida el 21 de septiembre de 2013): “Dios sólo da regalos de primera clase.” Tanto en la frase de Esteban, como en la de Jorge, al hablar de clases en la manera de vivir no hay ninguna referencia a exclusivismos ni lucha de clases ni a elitismos de ningún tipo, pues los trenes para viajar en esta vida son gratuitos y de libre acceso. Pero optar por una u otra clase de tren obedece a nuestra manera de vivir desde nuestros adentros. En todo caso, las respuestas de Esteban y de Jorge hoy me hacen palpable el modo de vida de un amigo que desde niño aprendió a viajar en tren de primera clase, me refiero a Pompilio Enrique Montesinos Roblero quien, además de actuar de manera universalizable, pues estudió para poner en práctica la licenciatura en Derecho, disfruta dedicarle especial atención a los pacientes desde la farmacia "Nacional" que heredó de su padre: don Pompilio Montesinos (otro de los admirables hombres que Motozintla, Chiapas, ha tenido gracias a la autenticidad de su servicio). En efecto, Pompilio Enrique transparenta cómo la mejor opción es la vivencia de los bienes internos de la profesión que se ha elegido. Entendiendo por viviencia de los bienes internos actuar dentro del proyecto mismo que la da sentido a la profesión y aplicando los principios que desde el Informe de Belmont (publicado en 1979) se vieron como insoslayables no sólo para la Bioética: 1) principio de beneficencia, 2) principio de respeto a la autonomía; 3) principio de aplicación imparcial de la justicia. Gracias a este modo de proceder, Pompilio ha beneficiado a miles de personas tanto de Motozintla de Mendoza, como a los habitantes de los múltiples pueblos de la Sierra Madre de Chiapas. Además, quienes lo conocemos, constatamos a este joven profesionista desenvolviéndose cual verdadero cosmopolita ético al darse a entender con los seres humanos venidos de cualquiera de los puntos cardinales. Y no sólo se comunica con ellos. No. Pompilio Enrique es capaz también de comprender a los otros.

Pero, ¿qué significa viajar en primera clase?.. Sin ánimo de pretender agotar la respuesta, hoy bien puedo decir que es viajero de primera clase quien vive los siguientes horizontes:

1.- Posee capacidad de asombro.

2.- Sabe dar gracias a la vida.

3.- No erige su proyecto de vida fincado en la venganza (en franca consonancia con Frederich Nietszche cuando explica el eterno retorno a la inocencia).

4.- Ha conquistado su servicio disfrutando de los bienes internos de su profesión (o de cualquier otra opción laboral).

5.- Actúa sabiendo que el ser humano está por encima de cualquier institución, sistema político, creencia religiosa; práctica ascética y dogma de cualquier tipo.

6.- Etcétera.

Por consecuencia, mi libro "Los Zapatos del niño guerrero" tuvo un gran presentador, pues fue Pompilio Enrique quien estuvo a cargo de este horizonte en la innolvidable noche del 30 de diciembre de 2011. Dejo aquí sus palabras. 


Palabras escritas por Pompilio Enrique Montesinos Roblero a propósito de la presentación de mi libro “Los zapatos del niño guerrero” en la Casa de la Cultura de Motozintla de Mendoza, Chiapas, el día 30 de diciembre de 2011:  

Patricia Medina dice: “los poemas se comienzan solos. Cuando llego a la cita, ya se dijeron sin mi permiso las primeras palabras”.

Este poemario que hoy nos presenta Martin Mérida surge como esa verdad que nos abre los ojos al mundo que a veces ignoramos. Se lo dedica a ese mundo que a veces, con nuestra mirada ignoramos o con nuestra indiferencia rechazamos, el libro está consagrado al niño que escoge una banca de hierro, como su dormitorio huella y estigma mientras el policía le grita “niño fuera de aquí” porque el policía pertenece al país protector de las cosas; este poemario nos abre los ojos a los lectores mientras se lo brinda al niño de nueve años que “desde hace seis meses atrás, el fuego ha comenzado a tragarlo porque advino en traga-fuegos; se lo escribe al niño que por maltrato busca calor en las alcantarillas o al niño que desde las 5:30 eleva su voz en un camión, cantando como regalo el fruto de lo que su voz desprende para que unas cuantas monedas lleguen a la cita de sus manos, este poemario también lo convida a los niños que como él los llama “con zapatos de andar descalzos que llegando a convertirse en piel encallada, se presentan al final del día llenos de polvo y de cansancio pero también encuentran un lugar para dejarse debajo de la cama”. Por lo tanto, este poemario surge se lanza y se proyecta en búsqueda ilimitada de hacernos despertar profanando nuestros destinos de aprendizaje progresivo en el que todos nos pertenecemos a todos, combatiendo en retirada lo que no pregona con la estética dictada por nuestras conciencias y circunspecciones. Estos “Zapatos del niño guerrero” nos calza a todos con calcetas o calcetines de mayor o menor elástico, es aplicable, adaptable y ajustable a todas las latitudes, le pertenece al norte y al sur, al oriente o al occidente, al cielo matutino o al elegantemente vestido de luna en la oscuridad de la noche.

Martín, que tu voz sea escuchada por los niños a quienes va dedicado! Por los tuyos y los nuestros y que esa voz se haga respetar!

Señoras y Señores, con la venia de todos ustedes voy a permitirme, haciendo síntesis de la palabra, recapitular brevemente la biografía de nuestro autor.

Una de las realidades más difíciles y trascendentales a la que Martín Mérida tuvo que enfrentarse hace algunos años, fue: cambiar decisivamente su lugar de residencia, lo que lógicamente significaba, marcharse de Chiapas. Sin embargo, este éxodo perseguía esa afanosa búsqueda de ese futuro que pretendía beber los aires literarios de otras dimensiones y a su vez, contribuir categóricamente, aportando lo suyo.

A mediados de 1998, Martín llegaba a Guadalajara de la mano de una licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana alumbrada por la UNACH, y otra más, en Filosofía por la UNIVA. Exploraba a su vez la posibilidad de una oportunidad que se le presentara con la naturalidad y desenvoltura de una vivencia espontánea, sin recurrir a las dimensiones de entelequias forzadas o compelidas en el afán de ser ocupadas. ¡No! Martín deseaba conquistar, no invadir ni acometer con prisas ni tropelías, para adquirir su futuro de escritor. En ese entonces, la templanza de su perfil se constituía ya, con decenas de libros y millones de letras enlazadas en la vastedad de su patrimonio filosófico intelectual; hoy, ha expandido esa dimensión académica añadiendo una Maestría en Desarrollo Humano por el ITESO, una Maestría en Educación por la UNIVA, una Maestría en Filosofía y Ciencias Sociales por el ITESO. Paralelamente nuestro autor publica artículos a nivel nacional, en periódicos y revistas especializadas e igualmente, labra con su prosa inacabable, escritos imperecederos en su pagina electrónica que todos podemos visitar a diario en : http://martinmerida.blogspot.mx/

Además de haber escrito "Los zapatos del niño guerrero" (2011). Es autor de los siguientes libros de poesía: “Donde convoca el alma” (1996), “El milagro de tu voz distinta” (1998), “ La pasión según un hombre cualquiera” (2002), “El país de la mirada” (2003 y 2008) y “El viaje que no elegimos” (2009). Y en ese deseo ilimitado de infundir a Motozintla desde su propio ámbito, advino novelista con “El poeta y el niño de la piedra” editado en 2005 y sus obras se han colocado ya, en librerías de New York, Madrid, Paris y Berlín.

Hoy por hoy, Martín ha labrado su porvenir “deseando ser una persona del presente, con su pasado desatándose mientras su futuro va llegando” incumbido por la razón única de la autenticidad incansable de Ser Él mismo, diariamente, sin poses ni cliches, pugnando siempre por la autenticidad, la justicia humana, la búsqueda de la verdad y del respeto hacia cada quién; es profesor de planta en el ITESM campus Guadalajara, Premio Nacional de Poesía UdM en Monterrey, Nuevo León en 1999, Ganador de los XVll Juegos Florales Amado Nervo en 2003, Premio para la publicación de novela en 2005 convocado por el Consejo Estatal para la Cultura y las del Estado de Jalisco, pero su corazón aun reside en esta “tierra de las ardillas grises” y auqnue en la actualidad continua viviendo en Guadalajara, Jalisco, dice su blogspot que “habita una casa desde cuya ventana le saludan arboles que vuelan en un parque que suele desprender un tiempo que no se mide”. Hace unos pocos días, entregó su más reciente obra a la editora de su primacía y su deseos más altos y generosos eran, que si la oportunidad se lo permitía, estaría presentando este trabajo reciente, a finales de diciembre: aquí en Motozintla! Pues bien, Señoras y Señores, hoy nuestro destacado Autor nos viene a presentar “Los zapatos del niño guerrero”. Recordemos solamente que Martín Mérida es hijo de la profesora. Consuelo Mayorga Bartolomé y del profesor Manuel Merida Figueroa, pero ante todo, Martín es hijo de esta “ladera de las ardillas grises” y uno de los hijos predilectos de la literatura y de la poseía universal contemporánea.

Señoras y Señores les pido un aplauso de bienvenida a nuestro poeta: Martín Mérida.
 
En la foto: Pompilio Enrique Montesinos Roblero.

















Centro profesional desde donde labora Pompilio Enrique





 
 

 

miércoles, 5 de marzo de 2014

QUE LA LUZ DEL FILÓSOFO LUIS VILLORO --QUIEN HOY HA TRASCENDIDO ESTE MUNDO-- NOS SIGA FORTALECIENDO

Siendo también profesor de Ética que no quiere perder el piso sociocultural latinoamericano, como punto de partida en el reflexionar, junto a mis estudiantes acostumbro a mirar el carácter disruptivo que debe de tener un pensamiento filosófico crítico y comprometido con los necesitados de justicia, tal como nos lo enseñó el gran filósofo Luis Villoro. Filósofo sobre quien hoy, miércoles 5 de marzo de 2014, lamentamos su partida.
 
Que la luz de este filósofo valiente (como bien lo describe Enrique Dussel, otro de los geniales pensadores latinoamericanos) nos siga fortaleciendo.
Que en paz descanse.
 
Amigos gracias por ser filósofos dignos y de infinita valía.

Martín Mérida 
 

miércoles, 26 de febrero de 2014

LA MÚSICA NO ES RACISTA, NI EXCLUSIVISTA Y MUCHO MENOS ANTISEMÍTICA

Ese regalo que se llama música se vuelve más regalo cuando, quienes la emiten, son expertos en hacer que el cuerpo de los oyentes se mueva guiado por su  corazón. Se mueva como sucedió con la  mayoría de quienes escuchábamos el jazz israelí proveniente del ya universal grupo Marsh Dondurma en el patio de la explanada de Expo-Guadalajara y durante el sexto día de transcurrir la Feria Internacional del Libro 2013. En efecto, el constante fondo de marcha y comparsa de ese Jazz estremecedor, me hizo recordar que todos estamos en éxodo y en esa transición nada hay mejor que el sonido de instrumentos de viento  --entre otros instrumentos-- pregonando la alegre esperanza de vivir sin racismo, exclusión ni antisemitismo. Porque, ese regalo cuyo nombre es música, a través de nuestro grupo de jazz, en cuestión, se volvió bálsamo de recodarnos la posibilidad de  habitar un mundo cuya felicidad esté basada en el respeto y la justicia. Por ello hoy, después de algunos meses transcurridos, luego de la clausura de la fiesta de los libros, me brota decir: Agradezco tu existencia Marsch Dondurma y le doy un abrazo a  la noche del 5 de diciembre de 2013, porque me supo conducir al foro FIL donde se efectuó el milagro de haberte conocido.
Amigos:
¡Gracias por su musical corazón!


viernes, 21 de febrero de 2014

ES TAN BUENO EL CAFÉ COMO LA NOCHE



En Motozintla de Mendoza, Chiapas, se acostumbra a tomar café acompañado de pan. Y esta costumbre incluye a los niños. Por ello, desde mis primeros años, el café es la bebida de mejores repercusiones en mi conciencia. Tan bueno es el café, que un poco de café molido sobre una herida abierta, ayuda a detener la hemorragia y a acelerar el proceso de cicatrización (aprendí  esta receta gracias a mis abuelos y a mis padres). En efecto, a mí me gusta decir salud con esta especie de vino insustituible. Porque, ni duda cabe, el café es el vino que añade horizontes de belleza a la vida



viernes, 7 de febrero de 2014

SOBRE MI PARTICIPACIÓN EN LA PRESENTACIÓN DEl LIBRO "ASTILLAS" DE NICANOR ARENAS BERMEJO

Después del ir y venir en la vía pública (dentro de una hora pico de tráfico con choferes que mandan al diablo la alteridad) experimentado lo que la macro-historia nunca colocará en sus registros, aunque haya sucedido en el universo posible, ayer, 6 de febrero, siendo las 6: 15´ de la tarde, pasé a tomar un café muy cerca de la “Casa Zuno.” Casa donde sería el presentador del libro “Astillas” escrito por Nicanor Arenas Bermejo. Luego de tomar unos sorbos de ese café para respirar paz y no someter mi corazón a zozobras del tiempo, me dirigí al patio interior de esa morada, muy reconocida en Guadalajara, donde ya me esperaba el autor de nuestro libro en cuestión en lo que antes fue la cochera y ahora es una sala de conferencias. Como no tengo tiempo en este momento para explicar el tipo de construcción de ese recinto, dejaré que, al respecto, algo salga de los labios de una monografía sobre la casa Zuno (La Casa de Tezontle. Monografía de la casa Zuno, Universidad de Guadalajara, México, 1998, 68): “Tiene una amplia puerta de madera flanqueada por dos anchos parámetros que en sus extremos tienen pilastras ornamentadas con tableros lisos, bases inferiores con molduras mixtilíneas, capiteles y entablamentos toscanos. En el eje axial de la fachada se eleva una cornisa mixtilínea y debajo de ella se localiza una hornacina con repisa a la que le sirve de ornamento una angosta guardamalleta.” ¡Caracoles!

¿Saben?... Cuando Nicanor Arenas Bermejo me pidió ser presentador de su libro, de inmediato se me vino a la idea la interrogante: ¿Con qué tacto voy a asir estás “Astillas” provenientes del alma de una existencia a quien conocí por primera vez el 26 de febrero del 2008 (luego de la presentación de mi poemario que titulé “El país de la mirada) y a quién poco tiempo después de ese día tendría como estudiante en una de las materias sobre Ética que aún imparto como profesor universitario?.. Si me planteo esta interrogante se debe a que para ese entonces, Nicanor Arenas Bermejo ya había sido premiado en la categoría “cuento corto” en un certamen universitario convocado por el Tecnológico de Monterrey y yo había leído uno de sus escritos, aparecido en una revista titulada “Crezcamos juntos.” Revista desde donde Nicanor, estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales, dignificaba el fenómeno circunscrito en la palabra Güey a través de un escrito al que tituló “Voz joven.” Y donde, con lenguaje claro y conciso ya se develaba la autenticidad de su voz disidente. Porque Nicanor Arenas Bermejo es un escritor caracterizado por esa rebeldía que André Gide enfatizó al decir: “El escritor debe saber nadar contra la corriente.” Y, en efecto, desde que comencé a leer a Nicanor Arenas Bermejo, vi en sus escritos un territorio muy lejano a quienes escriben dentro de una comprensión burguesa de la estética. Entendiendo aquí a la comprensión burguesa como aquella que al buscar encajar con lo establecido se aleja de la autenticidad reclamada por el propio oficio literario. Por ello, en los cuentos de Nicanor se hace justicia a lo que verdaderamente le sucede o pude suceder a los hombres de carne y hueso. Sí, sólo desde la historicidad del hombre concreto, este joven escribe para no traicionar ni traicionase. Entonces: ¿con que otro tacto puedo asir estas “Astillas” sino intentando palabrearlas en uno de los sentidos que se le da a esta expresión en el cuento incluido en nuestro libro en cuestión y cuyo título es “Asunto: Batalla" (donde Vera Funes le sugiere a Matilde jugar al juego de decir algo, a partir de lo creado, por quien primero invite al palabreo recordando que somos más libres de lo que pensamos).
Por consecuencia: comenzaré a palabrear, sobre ASTILLAS, "aboliendo las dictaduras mentales;" por supuesto.

Amigos: ¡Gracias por ser forjadores de cuentos!