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miércoles, 5 de octubre de 2016

ALGO SOBRE NUESTRO RECORRIDO EN LA MONTAÑA EL TEPOZTECO ANTES DE EMPRENDER NUESTRO VIAJE A LA CIMA DEL VOLCÁN IZTLACCÍHUATL



Hace algunos años leí del autor José Agustín el libro “La panza del Tepozteco,” sin imaginar que otra vez estaría no sólo en la panza sino en la cima de esta sagrada montaña ( el Tepozteco tiene 2,300 metros sobre el nivel del mar y está situado a 600 metros sobre Tepoztlán). Pero en esta ocasión subí junto a mis estudiantes y amigos alpinistas de Summit Pro. (Por supuesto, recomiendo sin ataduras leer el libro de José Agustín, pues está lleno de leyendas que nos hacen comprender la bella cosmovisión mexica respecto a este lugar y, claro, es muy aconsejable visitar esta más que preciosa zona arqueológica).

Subimos el Tepozteco como parte de las actividades de senderismo comprendidas en nuestro proyecto de viaje de estudios en la Semana de innovación (“Semana i”) que el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, propicia para que los profesores organicemos actividades de reforzar las competencias propias de los estudios universitarios. Hicimos, pues, senderismo para, entre otros propósitos, comenzar a aclimatarnos y así fluir en la aventura de subir al volcán Iztaccíhuatl que por cierto, subimos dos días después. 

Al inicio de la subida, por un camino de 2 kilómetros completamente verticales, nos sorprendió un árbol partido en dos por un rayo. Partido de tal manera que conforma una puerta donde en medio pasa un arroyo. Al ver la existencia feliz y de gran fuerza de este árbol partido, se vinieron a mi mente muchas reflexiones y, remando entre ellas, me advino la frase del filósofo Aristóteles: “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos.” En efecto, el árbol sobrevive gracias a que las dos mitades están unidas por la raíz imperceptible al ojo humano debido al agua que la cubre.
En el camino hice sonar mi tambor con música y canciones venidas desde mi corazón. Y, al regresar, ya en la noche, realizamos una Ceremonia de Temazcal que resultó ultra-maravillosa. Pero la historia de nuestro temazcal es otra historia.
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Amigos:

Estemos unidos siempre desde la raíz y que el agua de la vida sea el principal motivo de caminar con dignidad.

Martín Mérida