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martes, 27 de octubre de 2015

A VECES LLUEVEN FLORES



          
A VECES LLUEVEN FLORES

Rumbo a mi oficina, dentro del Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, me detuve a contemplar una mesa llena de macetas de flores y me sorprendí cuando quien las cuidaba (el estudiante Fernando Sánchez) de pronto me dijo: “llévese la que guste”. “Son para regalar”. Sin más preámbulos, luego de agradecerle, escogí una por sus flores blancas, sus hojas confeccionadas en el cielo más alto y por llamarse Belén. Al tomar a Belén, sentí su enorme gusto por  estar en mis manos. En ese lapso el estudiante Fernando añadió: “Regalar macetitas es proyecto de mi planilla estudiantil y lleva el sentido de preservar y fomentar el cuidado ecológico.”

Al subir las escaleras próximas a mi oficina, junto a Belén reflexioné: Ojalá y de pronto en mi país todo mundo se regalara flores en pequeñas macetas con una tarjetita expresando: Te regalo esta macetita junto a  mi firme promesa de que nunca te haré daño. Cuídala con la ternura merecida por las flores.



lunes, 17 de noviembre de 2008

RETAPALPA



El más allá se puede encontrar en el más acá si buscamos subir no por los elevadores de la costumbre. Sólo así una piedra, por ejemplo, puede poseer el encanto de hacernos llevar por sus interiores donde el tiempo del reloj se vuelve polvo (o simplemente se queda mudo).



Una piedra puede hacer llover poemas, claro está. Pero, los ojos de las personas son inagotables y los poetas de la sabiduría tanto Maya como Azteca siempre vieron piedras preciosas en los ojos. Dudo que la torre Eiffel (en verdad no me cae tan mal esa araña patona) el Washington Monument o Batman con su Batimovil (o cosas por el estilo) tengan esa chispa de infinito brotando en ojos de hombres y mujeres verdaderos. ¿Por qué estoy hablando así?... Hablo así nada más porque antier y ayer no me encontré en Tapalpa; no. El sábado y el domingo me reencontré en Retapalpa y hablé de nuevo con las Retepiedras y las Retepersonas y con mis Reteamigos entre los cuales me ven con toda claridad Daira, una Reteniña y un Retebebé de nombre Yarik. Y aquí le paro a este movimiento de escribir Re antes de las palabras porque ya está dado por supuesto.

En el camino frente a las piedras bolas llegaron volando caballos con los jinetes Julien Collado, Itzia Baltodano, Daira, Yarik, Toño y yo mismo.


Aterrizaje del caballo blanco.

Itzia, bebé Yarik, Julien, Daira. Y los caballos que vuelan y bailan.
Toño, nuestro guía.

Voy cantando "Cielito lindo" mientras mi corcel escucha (luego este noble ser me llenó de preguntas).





Por otra parte, los caballos son poemas que poseen sentimientos y tal vez por eso el gran Friedrich Nietzsche lloró abrazado al cuello de un corcel al que castigaba un hombre con ojos racionalistas del demonio. ¡Ah, qué ojos tan nobles poseen los caballos! Ojos que los cartesianos difícilmente llegarán a ver.

Después de muchas trepadas, pronto se abrió una piedra y apareció un bebé de Dios naciendo (Yarik).


Sí, brotó un bebé en una piedra situada entre espinas que no son la maldad de las flores, sino pequeños obstáculos para que no se acerquen esnobs, destructores de la vida y quienes están incapacitados para hablar con espinas y piedras.





Mi emoción ---en este momento—forja en mi corazón una música donde un bongo resuena entre yemas de dedos de guitarra porque Daira me miró directamente a los ojos; Daira tan mágica que hasta la luna resplandeciente se embelesa al contemplarla.



Sobre mis sentimientos generados en Tapalpa de otra ocasión (Tlapalpan en Nahuatl) puede darle un clic a la siguiente línea electrónica:
http://hi5.com/friend/profile/displayJournalDetail.do?ownerId=190353840&journalId=34988334




Gracias.

martes, 4 de noviembre de 2008

Zempaxúchitl*

Olor a flor de vida
en manos de la muerte
Alegretriste conjunción de pétalos
Porque es noviembre
Y noviembre desea llorar
Y ríe
Y a todos les brota ramos de amarillo

Los muertos llevan a camposanto
zempaxúchitl a los vivos
los vivos bajo las tumbas
matan gusanos

Olor a flor de vida
en manos de la muerte
mientras voy tras la marcha se apaga el polvo
Hoy transitan almas del limbo y purgatorio
Y algunas con ojos del infierno

Este olor recuerda savia que nadie sabe
Mientras se aspira
La tierra se descarna
Y nos muestra su cráneo como una cueva
Me gusta –digo—
También se come –dices—
la flor de muerto
D.R.©ISBN 968-5087-11-3 *


*Zempaxúchitl es un poema incluido en la sección "Deja que los niños regresen a casa" de mi libro “El milagro de tu voz distinta” editado por Editorial ITESO en el año de 1999. El prólogo de El milagro... fue escrito por David Fernández Dávalos, SJ.

(Tomé Las fotografías --que acompañan al poema-- en el cementerio de Chiapa de Corzo, Chiapas, el día sábado dos de noviembre del 2008).