A
VECES LLUEVEN FLORES
Rumbo a mi oficina,
dentro del Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, me detuve a contemplar
una mesa llena de macetas de flores y me sorprendí cuando quien las cuidaba (el
estudiante Fernando Sánchez) de pronto me dijo: “llévese la que guste”. “Son
para regalar”. Sin más preámbulos, luego de agradecerle, escogí una por sus
flores blancas, sus hojas confeccionadas en el cielo más alto y por llamarse
Belén. Al tomar a Belén, sentí su enorme gusto por estar en mis manos. En ese lapso el
estudiante Fernando añadió: “Regalar macetitas es proyecto de mi planilla
estudiantil y lleva el sentido de preservar y fomentar el cuidado ecológico.”
Al subir las escaleras
próximas a mi oficina, junto a Belén reflexioné: Ojalá y de pronto en mi país
todo mundo se regalara flores en pequeñas macetas con una tarjetita expresando:
Te regalo esta macetita junto a mi firme
promesa de que nunca te haré daño. Cuídala con la ternura merecida por las
flores.
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