(...)
Y el día 26 de septiembre, muy de madrugada, nos
fuimos rumbo al refugio Altzomoni, situado a 4.025 metros de altitud y ubicado
entre el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Después de habernos hospedado en ese
bendito refugio de nueva cuenta hicimos senderismo cuya meta consistió en
dirigirnos a una pequeña montaña con la intención de realizar una ceremonia
para pedir permiso a nuestra Madre Tierra de subir al volcán Iztaccíhuatl y
también para honrar a mi hermano-amigo Fernando Esteban Larrinaga Robles, antes
de esparcir en la cima de Iztaccíhuatl las partículas de estrellas –cenizas— de
su anterior cuerpo; porque él tiene ya uno nuevo allá donde no se muere nunca
más. En la ceremonia, depositamos flores y caramelos que nuestra Madre tierra
recibió con agrado. Posteriormente cada uno de los participantes de nuestro
grupo, luego de darle un beso y un abrazo a nuestra Madre, en silenció le contó
sus propósitos a lograr en nuestro inolvidable viaje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario