lunes, 16 de febrero de 2015

UN CUÁNTICO RATÓN


La compañía de fumigaciones SPIDER no pudo cazar al ratón que todas las mañanas trotaba sobre el plafón del techo de las oficinas del Departamento de Física de Materia Condensada, y concluyeron su trabajo arguyendo que los sonidos eran ajenos a seres de este mundo. Escépticos a explicaciones sobrenaturales, algunos profesores olvidados del ratón empezaban a traducir esos ruidos como parte de un fenómeno normal para la Física Cuántica; hasta que Estefanía, la encargada de limpieza, se le ocurrió traer un gato que, ni tardo ni perezoso, bajó del plafón con el ratón más grande nunca antes visto en la Escuela Superior de Física y Matemáticas “Johannes  Kepler”. 

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