jueves, 13 de diciembre de 2012

CUANDO LLEGUE A BELÉN


PORQUE TAL VEZ VOLVEMOS A NACER CUANDO  PONEMOS EN PRÁCTICA LA JUSTICIA BASADA EN EL RESPETO AL OTRO, ME HA BROTADO UN POEMA NAVIDEÑO EN CONTRA TANTO DEL FIN DEL MUNDO, COMO DEL NEPOTISMO.

 

Dedico este escrito y mi poema, al filósofo de la liberación latinoamericana: el Dr. Enrique Dussel.

 
Cada diciembre, desde hace ya algunos  años, escribo un poema alusivo a navidad. Y con razón y sentimiento lo hago en este ahora cuando mucha gente está metida en el software del fin del mundo para antes del nacimiento de Dios que se hace niño. Software que  los pasados de listos (se  trata de un invento de políticos falsos;  por supuesto; porque para ser verdadero profeta se necesita dar la cara por el otro en términos de justicia) se inventaron a partir de la deficiente tecnología cerebral de quienes viven metidos en subjetivismos fundamentados en terquedades de un chip fácil de desbaratar  si tan sólo nos atreviéramos a encender el misterio de la luz de la inteligencia (inteligencia imposible de ser exclusiva de compañías computarizadas y mucho menos de empresas con aviesos fines comerciales, o de quienes creen ser el título que ostentan) me brotó este poema  a partir del relato navideño de Dios vuelto recién nacido (y un recién nacido –dicho sea de paso— es el más indigente entre los indigentes).

 
Relato milenario como actual es el referido a la natividad  sobre Jesús tan anti-barbarie infantil y juvenil; sobre todo.  Barbaries, no obstante,  presentes ante nuestros ojos en el ahora y aquí de nuestra realidad sociopolítica. Barbaries impeliéndonos a que, en lugar de estar subsumidos en patrañas apocalípticas, empleemos nuestra energía para que el nuevo sexenio presidencial en México no sea basado en el derramamiento de sangre inocente, tal como fue el proyecto político del rey Herodes. Rey voraz y nepótico. 

Como podrás darte cuenta, lector amable, no estoy explicando mi poema que enseguida  te comparto (equivaldría a desbaratarlo). Sólo estoy refiriéndome al contexto  de su surgimiento.  Y ese contexto,  es horizonte de tres puntos y  aparte  no en el sentido de aislamiento al que bien quisiera someternos Herodes.

 
CUANDO LLEGUE A BELÉN

                          Martín Mérida
 
  1
 
Porque miro una estrella con ojos de camello
Sin recurrir a predicciones de Arbabanel
(Y no hago la barba  al rey Herodes)
Me pongo a escribirte niño
Versos enjugados  
Para no echar a perder la noche                     
De tu  arrullo
 
 2
 
Vuelto niño Dios nació
Con sus gritos y risas 
Que espantan a la muerte 
A pesar de contar entre las víctimas
Nació para poner verdad 
Sobre todo en diciembre
 
 3
 
Maria es la madre
Y escribe poesía de asuntos marginales
Y estará demás decirle que llena es de gracia
Por eso tuvo  un niño de carne y hueso
Que es Dios sin abrigo
 
 4
 
Vuelto niño Dios nació
Aunque al crecer se de  porrazos
Y le salgan cicatrices
Y luego vayan a matarlo 
Entre toda la fatiga 
De la resurrección
 
5
 
Escribo para mirarte
Por las veces que he caminado 
Como burro tras la zanahoria
En la ciudad vuelta cuadritos 
Qué no es dulce tu nombre 
Ni amargo
Si luego vas a sacar peces  
De la incredulidad
 
 6
 
En el camino
Una vaca recuerda mis pocas vacaciones
Mientras el musgo muge
Que el diablo puede hacerme olvidar 
Mi ser de barro
 
 7
 
Cuando llegue a Belén    
A pesar de atajos a mi derecho a transitar
No sólo por poblados de la Biblia
Le preguntaré a José cómo le hace
Para seguir de pie

 

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