El genio de esa que fue una popular
ciudad de Prusia Oriental (Königsberg):
el Kant vitoreado por
algunos “eticólogos,” más europeos que Europa misma, se quedó corto al pensar
al ser humano; no obstante (cuando menos) haber puesto a la dignidad como
sinónimo de la razón. Le damos algunos puntos por ello, pues bien se lo merece.
Pero no. No. La dignidad también puede fundamentarse más allá de la razón.
Basta leer el análisis por demás exhaustivo del extraordinario Xavier Zubiri en
su libro “Inteligencia y razón” (Primera edición:
Alianza Editorial, Madrid, 1983),
para darnos cuenta que la
razón sólo es una parte de la inteligencia humana. Parte importante, es verdad,
pero imposible de obnubilar el vasto océano constituyendo a estos seres que nos
hacemos llamar personas. Por otra parte, el ser humano visto como alteridad
(leer a este respecto “Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad” de
Emmanuel Lévinas. Salamanca,
Sígueme, 1977) está más allá de la mismicidad pretendiendo imponerse
para no ver lo otro más allá de la razón europea. En efecto: profundizando desde la sencillez hasta
más allá de donde no cabe clasificación alguna, Lévinas nos revela partes
fundamentales impresas en el rostro del
otro. Sobre esta alteridad pondré aquí enseguida una lista conteniendo algunos
postulados básicos que varios humanistas se han encargado de subrayar. Lista
que me fue proporcionada por una de mis maestras mientras cursaba mis estudios
de Desarrollo Humano.
*El ser humano
es único e irrepetible.
*Es digno de
confianza.
*Tiende a la
autorrealización.
*Está abierto
a la sociedad y a la trascendencia y a la vez está influido por ellas.
*Está
en proceso.
*Es misterioso y desconcertante.
*Tiene capacidad para recuperar su historia personal
y de la humanidad.
*Tiene capacidad para responder libre y
espontáneamente.
*Es creativo.
*Tiene capacidad para crecer y para encontrar su
propia dirección.
*Tiene capacidad de sentir, de pensar, de intuir, de
percibir, de actuar.
*Está abierto a sí mismo y al otro; a la naturaleza
y al gran Otro.
*Tiene preguntas éticas.
*Tiene y siente necesidades biológicas,
psicológicas, espirituales; etcétera.
*Tiene y siente mandatos genéticos.
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