martes, 23 de junio de 2015

TODOS SOMOS HERMANOS



Si nuestros horizontes intencionales de pensamiento lo permitieran, razonando de profunda manera, llegaríamos a darnos cuenta que somos todos hermanos. Y, por consecuencia,  la frase “todos somos hermanos” (que bien puede sonar a “religión”.  Corrijo: no suena a religión, es religión. Y es que,  amigos y compañeros de esta casa común que llamamos mundo, no hay de otra. En efecto: querámoslo o no, estamos religados. ¿No?.. Humm… Sí. Al respecto, quienes están peleados con el horizonte religión, incluso en su fundamental versión  ----e infinidad de  veces sin revisar la cuestión---- brincan como demonios cuando alguien dice “Todos-somos-hermanos“).  Debo aclarar, al mencionar  la palabra religión no estoy hablando aquí necesariamente  de instituciones religiosas; aquellas que si dejaran de hacerse idiotas en remolinos de estupideces, como el burro tras la noria, y se centraran en ser mediadoras de justicia junto a su maravilla ritual, otro gallo le cantaría al mundo. Claro: acostumbrado a actuar como neandertal, quien no ha aprendido a ser humano para cantarle como otro gallo al mundo, las razones egocéntricas le salen a flote con todo y sus efectos destructivos. Y, en mucho, por ello, nos cuesta comprender que somos animales políticos. Ante esa fatal incomprensión, aunque le demos vuelta a la cuestión política  y recibamos cursos de política, e incluso los impartamos y escribamos grandes tratados para luego terminar siendo miembros activos de las  farsas democráticas, nunca nos posicionaremos de nuestro ser político si no reconocemos (y hacemos vida) que originariamente política significó y tendría que seguir significando relación hermano a hermano. Por ello, el buenazo  de Aristóteles (el filósofo de Estagira, por supuesto y no cualquier Aristóteles) vituperó tanto a la amistad.  Al respecto, y como dice el dicho que no sé quién dijo, pero está bien dicho: “Los amigos son hermanos que viven en otra casa”.

No está demás aquí recordar que para no caer en sociologismos (todo ismo resulta una porquería) tendríamos que darle su lugar a la reflexión filosófica ante cualquier mirada pretensiosa de la verdad. O ante un sucio arrebato de intelectualidad  en “ensayos” sin fundamentos. “Intelectualidad” que los listillos y listillas cobran por millones ante las miopes miradas.

Bueno, además de lo que aquí dije sin pretensión de tener la verdad (tengo derecho a hablar), para mí resulta importante mostrar la foto donde aparezco con mi hermano Beto Cervera: amigo con el que coincido sobre todo en la búsqueda y aprendizaje de tradiciones milenarias de curación, como lo es la meditación; entre otros horizontes; por supuesto.

Reciban un abrazo fraterno de la fraternidad que busca “el cara a cara” en las relaciones humanas.



jueves, 18 de junio de 2015

El hombre que danza



EL HOMBRE QUE DANZA*
(Poema de Martín Mérida)




I
El hombre que danza se desprende de conceptos
Lo protege el Tam-tam de lo imposible
Todo su impulso vuelve a crear al mundo
Es carne pero también espíritu
Reinicia el fuego que lo mueve
Su  osadía  derrumba bestialidad del tiempo
¿El mar?:
                 Lo lleva dentro


2
Un pie y una mano tensan el concierto
El otro paso
Sólo en suspenso 


3
El hombre que danza
Pacta con la Tierra que gira:
El Gran Creador le nace 
Y fluye entre su sangre
El Gran Creador nace en él  
Sin ayer ni mañana
Y sin muerte


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*Mérida, Martín. (1999). “El milagro de tu voz distinta.” Editorial ITESO: Guadalajara, Jalisco, p. 99-100.




miércoles, 27 de mayo de 2015

MI ENCUENTRO SINCRÓNICO CON EL PINTOR VISIONARIO JUAN CARLOS TAMINCHI


MI ENCUENTRO SINCRÓNICO CON EL PINTOR VISIONARIO JUAN CARLOS TAMINCHI

                                                                                                        Dedicado a Dolores Robles



En su búsqueda espiritual Esteban Robles (amigo que ahora sigue siendo viajero de los caminos del Gran Creador, luego de su trascendencia de este mundo, el 20 de julio de 2014) intérprete  de música y buscador de nuevas formas de expresión artística, viajó a Portugal durante  el Boom Festival 2012 donde conoció al peruano Juan Carlos Taminchi quien es artista de arte visionario. Artista de saber hacer vida las ancestrales sabidurías amazónicas y andinas. Sabidurías ancestrales expresándose a través de su pintura y de su vocación para curar con medicina sagrada. Por consecuencia,  la impresión que dejó este joven artista en el corazón de Esteban Robles (¡y con razón!) brotó en mí el deseo de también conocerlo.

El anhelado encuentro se dio en la tarde de ayer 15 de mayo cuyo día fue demasiado intenso para mí puesto que en mi centro universitario donde laboro (el Tec de Monterrey, campus Guadalajara) estamos todavía efectuando las evaluaciones de fin de semestre que, por tratarse de evaluaciones con lupa, me han estado dejando cansado. No obstante, ante tales acontecimientos de agotamiento en mi persona suelo aplicar aquello de que en mí también habita la humanidad entera (en cada ser humano palpita toda la humanidad explicaría con profundidad el filósofo Paul Ricoeur) y yo suelo darle a este pensamiento no sólo una interpretación ética y, por consecuencia, brotó el otro que también soy yo: “Iré a ese encuentro  porque mi persona no puede reducirse a mi cansancio.” Y así fue.

No es posible platicar, en este espacio, todo lo que pudiera expresar sobre el genio artístico que caracteriza a Juan Carlos, pues es un artista conocido internacionalmente y muchas de sus obras han sido premiadas con reconocimiento de mérito logrado con justicia; además de que es preciso mencionar: su obra artística se ha expuesto en varias importantes galerías en ciudades del orbe terráqueo tales como en Canadá donde residió un tiempo por haber obtenido una importante beca (en Canadá, entre otras de sus obras pictóricas, su cuadro “Yemanja” fue digna de varios premios por haber obtenido el primer lugar). En esta perspectiva, entre otros espacios, la obra de nuestro artista ha sido mostrada en Third Eyes Gallery” (Boom Festival 2012 en Portugal), “Burning Man 2012”,”Matices de las Américas” (Estados Unidos),  México, Sudamérica y varias ciudades de Europa. En efecto, la obra de Juan  Carlos, habla por sí misma. Mas, lo que me interesa subrayar en este espacio es su manera magnífica de ser persona  ya que, ante su presencia, uno observa ninguna posee de artificio de esas usadas por incautos con sentimientos de inferioridad. Juan Carlos es sencillo como transparente río de la amazonia. Sencillez donde se trasluce su corazón de niño porque cuando habla, no necesita recurrir a ninguna manipulación lingüística para hacer notar autoridad o subrayar su diferencia. Al respecto, ante presencias como las de nuestro chamán artista en cuestión, uno vive como verdadero lo dicho por la escritora Judith Martin: “causa mucho mejor efecto que los demás descubran tus cualidades sin tu ayuda”. Horizonte vivido por Juan Carlos quien, al expresarse, hace patente el camino místico de subrayar: “La prueba de que alguien lleva a Dios dentro es su sabiduría para reconocerlo en los demás”. Y Juan Carlos vive esta dimensión, sin duda, porque  ha aprendido, a través de su historia de vida, a valorar el silencio que debe estar atrás de las palabras. Silencio sobre el que Ernest Heminway remarcaba: “Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”.

En el primero de los tres momentos que me tocó platicar con Juan Carlos, le explicité el motivo de mi sincrónico estar ahí  junto a él. Sincronicidad haciendo referencia al haberse a su vez encontrado en Portugal con Esteban Robles el otro artista Chamán de los Mochis Sinaloa  y sobre quien el Gran Creador forjó nuestra amistad (sobre la genialidad y virtudes de mi amigo Esteban he platicado en muchos de mis escritos).  Así, como dice la sabiduría popular: “No cabe duda que Dios los hace y ellos se juntan”.

Agradezco a Dolores Robles (mamá de Esteban y gran amiga) y al terapeuta, que cura con música, Mario Michelena (organizador del evento musical curativo pictórico con la presencia de Juan Carlos) y al “Centro Ayocuan” por su mediación magnífica para lograr este acontecimiento.


La libertad no es horizonte de los cobardes






“Todo lo que alguna vez has deseado, está al otro lado del miedo”. 
( George Addair)