lunes, 8 de mayo de 2017

VENGO DE DANZAR EN EL CIELO DE VISNÚ JUNTO Al CIELO DE CRISTIANOS



VENGO DE DANZAR EN EL CIELO DE VISNÚ
JUNTO AL CIELO DE CRISTIANOS

Dedicado a Fernando Esteban Larrinaga Robles, mi amigo chamán-colibrí.
(Escrito por Martín Mérida en Guadalajara, Jalisco, hoy 7 de mayo de 2017, luego de abrir los ojos)




Comienza la danza en el cielo de Visnú
junto al cielo de cristianos:
Tan-tan-tan-tan:
Suena el tambor principal.
¿Pero que estoy haciendo en este asunto,
por fortuna ya morí?
Vienes a ayudar a danzar
para que siga la tierra girando.
Aunque, a decir verdad,
la pobre y maravillosa Madre
ha pasado miles de desengaños.
Me dice Anila con suavidad.
Anila maestro del viento
y también de hacer reír.


¡Jesús el de Nazaret!:
¡Qué está en el círculo Buda,
Shiva, Parvati, Ammavaru!
¡Y el mismo Señor Jesús!
¿Y Fenando Esteban mi amigo?...
¡Ah!… Tu amigo
–continúa Anila en mi oido—
es quien está explicando con ojos vuelo de pájaros:


Hoy vamos a danzar Nature of things
compuesta por Tacoa y We Li yang:
maestros de producir tremenda electricidad.
Ammavaru está en el centro, Martín:
Sigamos sus sugerencias!


Tas, tas… ¡suena el pez de madera!
Tan, tan, tan… resuena todo tambor
sin opacar al kampore fabricado en Saquirachi,
municipio de Urique, en el estado de Chihuahua.


TUUUUUU. TUUUUU: tumban los cuencos Bengal.
Pero, ¿quién toca así de tan fino el manipuri?
¿Quién puede ser sino Gauri?..
Gauri maestra de danzar hasta ser cuerdas de metal.
¡Ah! También toca el ourus como alguien sin igual.


Anila:
En verdad, temo que hoy morí
porque esta música no sabe a mortalidad.
Y hasta San Francisco de Asís está tocando su arpa.
Y tiene dispuesto el violín.
Y un poco hacia el oriente insuflando la flauta venú
está la virgen María de Nazaret.


¡Vaya esta fiesta hermanada entre el cielo de cristianos
con el cielo de Visnú!


Tú eres mi invitado, Martín
–dice Fernando Esteban--:
Imitemos los pasos de Shiva.
¡Préndete con sonaja y tambor!
Dik Palas ha dado la señal lanzado el incienso Ganesh
que tú mismo le comprase en Guadalajara,
en plena Plaza del Sol.
Dancemos, dancemos, Martín:
¡Que vivimos en tu alma!
Exclama Fernando Esteban al mismo tiempo que Matsia,
primer avatar de Visnú, le ha aproximado un hang,
elevando la sonrisa de mi amigo chamán-colibrí.


Danzo,
incluso cuando abro los ojos.
Justo aquí,
en mi recámara.











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