viernes, 7 de septiembre de 2012

Quienes a pesar de todo cabalgamos en la esperanza, nos sentimos honrados con el Honoris Causa otorgado al Dr. Enrique Dussel.

Al menos por el momento no necesito recurrir al libro “El orden del discurso” de Michel Foucault, para decir que al citar a un autor uno se devela y en ese develamiento nos exponemos con todas las implicaciones de un libro abierto. Por consecuencia, me es grato reconocer que desde los ochentas hasta este 2012, citar al incansable-brillante pensador latinoamericano Dr. Enrique Dussel (me encuentre donde me encuentre) ha logrado hacerme sentir en un advenimiento lleno de innovación. Por ello, hoy es motivo de alegría saber sobre el Honoris Causa que le fue otorgado el 8 de agosto de 2012 por el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires. ¿Cómo llegué a este autor?... Conocí por primera vez al Dr. E. Dussel gracias a su conducción como director de los estudios filosóficos cuando me encontraba estudiando filosofía en lo que alguna vez se llamó SERESURE (Seminario Regional del Sureste) con la venia de obispos de arriesgar sus vidas en la defensa de los Derechos Humanos; obispos tales como Don Samuel Ruiz, Bartolomé Carrasco, Arturo Lona Reyes; entre otros. En efecto, fue en ese tiempo y espacio donde comencé a leer con el interés de lo verdaderamente valioso la obra filosófica del Dr. Enrique Dussel (a quien después la vida ha convertido en uno de mis admirados maestros) por estar dicho horizonte de pensamiento "más allá del ser del sistema." En efecto, desde entonces supe de la luz vigorosa de este modo de pensar caracterizado por "ser exterior” a las razones cínicas e instrumentalistas que sólo obnubilan y aniquilan. Pensamiento con fuertes raíces como la libertad misma y, por supuesto, por encima de egolatrías y fetichismos conceptuales eurocéntricos; pues como el mismo Dr. E. Dussel dice hablando de su método filosófico: "lo propio del método ana-léctico consiste en ser intrínsecamente ético y no meramente teórico, como es el discurso óntico de las ciencias u ontológico de la dialéctica.”

El Dr. Enrique Dussel --fundador de la Filosofía de la Liberación Latinoamericana---quien se encuentra en exilio en México desde 1975 por su compromiso político-- ha recibido múltiples premios y reconocimientos en el entero mundo por ser ejemplo de intelectual, y por su trabajo en el campo de la Ética, la Filosofía Política, la Historia y la Filosofía latinoamericana.

La praxis liberadora de nuestro filósofo está expresada en su impresionante obra bibliográfica conocida y reconocida universalmente. Bibliografía fácil de localizar en la siguiente línea electrónica: Filósofo Enrique Dussel.

Con alegría de seguir viéndonos, les comparto ahora uno de mis poemas.

EXTERIORIDAD (1)

¿Existe París? Dicen que es cierto
Insisten en un museo de Louvre donde hasta el sol penetra
Y caballos de Marly para inspirar a locos
En mi pueblo el reloj también devora al hombre
mientras al sol escupen farsantes
Y hay locos convertidos en caballos

No he nacido en París
ni sus cigüeñas me trajeron para crecer en Chiapas
Pero observo gente bajar de un avión Air France
con rumbo a razón que cree conocer todo
Brota la calle Saint Jaques
donde una amiga pinta presagios
con voz latinoamericana
con voz sin voz
con voz de Dios que se resiste a la muerte

No he parido en París
Pero en nuestras células no solo circulan parisinos
sino también hombres primitivos dinosaurios elefantes…
Entonces he dado a luz poemas amerioceuroasiáticoafricanos
y en ojos de París debe haber rastros de mi rostro con sus penas
Ça va?
Je ne sais pas

En París la gente no malgasta el agua
Pero hay un brazo de mar herido por un tubo
Conjugaison de l´élan francais et du pragmatisme britanique
Dijo la reina de Inglaterra
Y unos hombres cantaron
N´oublions jamais, que la France et l´Angleterre.
Entr´elles, y´ a qu´un tout petit bras de mer (…)

No vi a Marcel Marsseau en París
En mi pueblo los mimos sienten hambre
y sus cuerpos traducen dolor del universo
Los circos de los pobres están rotos
y existen niños que prefieren el Nintendo

Hoy Stendhal protestó junto a mis manos
Luego tembló angustia de un océano
Y desde el final del milenio gritó Danton:
La verité, l´âpre verité
Y escuché decir a Mario el poeta uruguayo:
Por suerte somos otros

No he muerto en París
Pero admiro a sus resucitados
Víctor Hugo Voltaire Molière Zola…
Con mantos de estrellas
para salvar a la tierra
No he dicho Oh la vache! O Putain de merde! en París
En mi pueblo uno suele hablar de la chingada
cuando el reloj nos traga

_________
(1) Poema incluido en mi libro El milagro de tu voz distinta:
MÉRIDA, Martín. (1999). El milagro de tu voz distinta. Guadalajara, Jalisco, México: ITESO. pp. 41-42. D.R. ISBN 968-5087-11-3


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